El 17 de junio de cada año se celebra en todo el mundo el Día de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, establecido por decreto de la ONU con el objetivo de crear conciencia de la importancia que tiene para los seres humanos y el planeta atacar y dar soluciones a los problemas de desertificación y sequía que representan graves problemas presentes y futuros para toda la humanidad. Se la llama el ¨cáncer de la tierra¨ porque sus síntomas sólo se hacen visibles cuando ya es demasiado tarde.
La lucha contra la desertificación es el mayor desafío para el manejo sostenible de la tierra en el marco de la adaptación a la variabilidad y al cambio climático de Villarino. Por esta razón desde el Municipio, a través de la Agencia de Energías Renovables y Ambiente (AERA), se viene trabajando con el programa de Fortalecimiento e Industrialización del Vivero Forestal Argerich, la Cooperativa Foresta LTDA. y el programa de Forestación de Rutas Nacionales N°3 y N°22, con el fin de abordar esta problemática que tanto afecta a nuestra región. Además, desde de la Dirección de Agroindustria, se ha trabajado con el programa de Perennización y Recuperación del Pastizal Natural, para fijar los suelos y evitar la voladura de los mismos en esta región donde los vientos abundan y generan una gran erosión.
Sobre la desertificación
La desertificación es la degradación de tierras que las variaciones climáticas y las actividades humanas generan en las zonas áridas semi áridas y sub húmedas secas.
Afecta al 41% de la superficie global y se espera que ésta cifra se eleve a un 70% para el 2050. Hoy enfrenta este flagelo el 42% de la población mundial y el 22% de la producción mundial de alimentos.
Nuestro país es el octavo más extenso del mundo y el sexto con mayor superficie degradada: el 75% del territorio, comprometiendo el destino de 16 provincias y del 33% de la población total.
Sin embargo, allí generamos el 50% de nuestra producción agrícola –ganadera lo cual acentúa nuestra vulnerabilidad. El 20 % de la población total se desplazo ya de zonas áridas a regiones húmedas.
En las zonas áridas los efectos nocivos se agudizan y la frecuencia e intensidad de la sequía es mayor. Con menos humedad la vegetación está más seca y los incendios son más destructivos. Así la desertificación se convierte en causa y en efecto del cambio Cambio Climático.
Desertificamos cuando intensificamos la agricultura en suelos frágiles, sobrepastoreamos y sobreexplotamos nuestras tierras, hacemos un uso ineficiente del riego o deforestamos nuestros bosques.
Por todo ello la lucha contra la Desertificación es el mayor desafío para el manejo sostenible de la tierra en el marco de la adaptación a la variabilidad y al Cambio Climático de Villarino.